Cuento Preferido #16: Sebastián Chilano

Tres versiones de Judas. 
Jorge Luis Borges 
Nils Runeberg hubiese tenido un destino insigne en cualquier época, salvo en la que nació. Borges lo usa y minimiza: sus teorías, dice, son ligeros ejercicios inútiles de blasfemia. Runeberg postula, primero, que Judas entregó a Jesús para obligarlo a manifestar su grandeza. Después se refuta: Judas se supo indigno y buscó el infierno para hacer feliz a su Dios, fue el máximo asceta. Por último, al fin, Runeberg entiende. Dios se rebajó a ser hombre para salvarnos y, como hombre, buscó el peor de los pecados: la traición. Dios fue un hombre infame, Dios no fue Jesús, fue Judas. 

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