Manuel tiene un armario con cinco estantes. Y en cada estante guarda algo único, algo que buscó especialmente.
En el primer estante hay un barrilete de plomo, un espejo mentiroso, una llave que sólo cierra y una cartera diminuta. En el segundo estante, un gato que cae sentado, hielo derretido, una bicicleta sin ruedas y cuatro libros en blanco. En el tercer estante guarda una noche sin luna. En el cuarto estante, caramelos con gusto a nada, bolsillos sin pantalones, monedas de lata y un paraguas de papel. En el último estante guarda una cortina transparente, relojes sin agujas, una trompeta muda y un casco de vidrio.
Manuel se preocupa por los objetos que nadie quiere. Les da un lugar, un compañero, un sentido. A veces le preguntan qué es lo que guarda en su armario.
–Guardo la esperanza–contesta con una sonrisa extraña.
Del libro "Excesos y exaheraciones" Sudamericana 2008
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