Dice Cutillas de Ferreiroa...



"La hija", de Cecilia Ferreiroa

Por Ginés Cutillas

¿Cuántas veces se nos ha sentado un viajero al lado en un autobús con más peso del que lleva en sus maletas? ¿Cuántas veces hemos mirado el reloj calculando el tiempo que nos queda para llegar al destino y desembarazarnos de la tediosa labor de escuchar historias que no llevan a ninguna parte?
Seguramente, en ninguna de esas ocasiones se nos sentó un personaje tan interesante como la compañera de viaje que nos propone Cecilia Ferreiroa.
En esa extraña complicidad que se crean en las travesías largas, en el que los implicados saben que nunca más se volverán a ver, se abre la puerta del confesionario y el peso de los secretos que todos llevamos a cuestas se apoyan por espacio de unas horas en un perfecto desconocido. La autora utiliza la compañera que se sienta al lado como blanco de las miserias del que habla, pero realmente somos nosotros, los lectores, quienes estamos escuchando al otro lado del papel, y lo mejor de todo, no sólo no nos molesta sino que además queremos saber más, queremos saber como acaba la historia y deseamos que la parada, donde alguna de las dos tenga que bajar y desaparecer para siempre de nuestras vidas, se atrase todo lo que pueda.
El viaje, al fin y al cabo, es lo de menos.

Descargá gratis la "Antología Cuento Digital Itaú 2012", organizada por el Grupo Alejandría, desde acá.

Comentarios