Las palabras del lanzamiento del Premio Itaú de Cuento Digital 2013



Es curioso, pero cuando comenzamos con Alejandría y delineamos nuestro ciclo de lecturas, preferimos esa puesta en escena de la literatura, esa intervención pública (comenzamos en un bar), no carente, por cierto, de política cultural, a la alternativa de una editorial o una revista literaria, las cuales nos parecían más transitadas y, en cierto modo, más endogámicas. Y es curioso porque tal vez sin ser del todo conscientes elegimos entonces un encuentro real y directo entre escritores y lectores, justo cuando la era digital, con los chats y los blogs como punta de lanza, hacían sus primeros esgrimas.
A casi diez años de aquella elección, oponer lo digital a lo gráfico, o lo virtual a lo real resulta superfluo sino torpe y malintencionado. En cierto modo, ya Borges decía: por qué yo debo pensar que mi secretario es más real que un sueño. Alguna vez, para escribir, los hombres usaron sólo la voz y la memoria; después aprendieron a grabar la piedra o tallar la madera. Aunque nos parezca inverosímil hubo un mundo con libros y literatura, pero sin esos preciosos objetos rectangulares de páginas impresas. Debemos reafirmarlo: ni la ficción ni la escritura deben confundirse con la materia que los aloja, con el bastidor que los contiene.
La experiencia del Premio Itaú de Cuento Digital 2012 y el trabajo en equipo con la Fundación Itaú cultural nos dejó con ganas y muchas expectativas para este año.
El año pasado, llegaron más de 800 cuentos provenientes de 23 provincias argentinas y más de 17 países. El comité de lectura remó a la par nuestra para que el concurso estuviera en boca de todos los que amamos la literatura. El jurado, de lujo, al igual que este año, se lució con la selección de los cuentos que derivaron en la Antología de Cuento Digital 2012 que aprovechamos para presentar hoy también a través de la lectura de Agustín Maya, uno de los antologados.
Este año, queremos no sólo sostener el trabajo que hicimos el año pasado sino mejorarlo y enriquecerlo. La primera muestra en este sentido –y también la primera alegría-, es la plena participación de Uruguay y Paraguay, en la organización y como miembros del Jurado y del Comité, haciendo un equipo internacional. Esta vez los jurados serán 5: Claudia Piñeiro, Silvia Hopenhayn y Andrés Neuman, por Argentina, Gustavo Espinosa por Uruguay y José Pérez Reyes por Paraguay. Y para el Comité un grupo de 14: Mónica Bustos y Javier Vivero por Paraguay; Alejandro Ferreiro y Eugenia Zicavo por Uruguay; y de Argentina: Sebastián Chilano, Juan Guinot, Ana Prieto, Ricardo Romero, Hernán Ronsino, Diego Vigna, dos de nosotros, los alejandrinos, y Natalia Zito –antologada del año pasado- y Fernando Kosiak que, vale destacar, participaron a comienzo de año de una convocatoria abierta al público para miembros para el Comité, haciendo de este proyecto un hecho cada vez más participativo y enriquecedor.
Trabajar con Paraguay y Uruguay, trabajar a nivel regional, es un deseo cumplido para Alejandría, ya que siempre quisimos tener la oportunidad de tender puentes literarios desde esta especie de isla enorme que a veces es Buenos Aires. Cuando se habla –siempre lo hemos escuchado- de la necesidad de una integración regional, a veces no se termina de explicar lo que significa: significa esta clase de acciones. Así que le damos las gracias a Itaú por promover estos lazos y por brindarnos la confianza de aportar nuestras ideas y experiencia.
Wikipedia informa que la literatura es el arte que utiliza como instrumento la palabra. La palabra es el instrumento que nos interesa y conmueve. Volviendo a lo digital, lo digital entonces es un vehículo, uno de los tantos que ha tenido y puede tener la literatura; pero los que hacemos este concurso queremos recuperar esa experiencia maravillosa de la palabra. Una de las preguntas frecuentes de los participantes del año pasado era sí las imágenes o hipervínculos eran necesarios o imprescindibles dentro del texto. Claro que no. Pero porque esos hipervínculos o imágenes o sonidos también son palabras. Ya sabemos que nada ocurre fuera del lenguaje. Lo que sigue siendo imprescindible para nosotros es leer cuentos que sean tan buenos como Continuidad de los parques, de Cortázar, o esa variación de Roa que es Contar un cuento, que tiene a su vez un narrador muy parecido –sólo que más gordo- al pianista de Felisberto Hernández en Mi primer concierto.
En definitiva, estamos muy felices de organizar este Premio Itaú de Cuento Digital 2013. El año pasado, cualquier objetivo que soñamos en relación a la convocatoria fue, no sólo alcanzado, sino superado ampliamente. Y estamos seguros de que este año será aún mejor. Tanto es así que otro de nuestros orgullos, el comité de lectura, ha aumentado la cantidad de sus integrantes, y también contará con brillantes escritores y críticos de Uruguay y Paraguay.
Escribió Roland Barthes: La ciencia es vasta, la vida es sutil, y para corregir esta distancia es que nos interesa la literatura.” Para corregir esa distancia entonces leemos y escribimos. Para corregir esa distancia también, a veces, nos valemos de las máquinas; esos aparatitos luminosos y faltos de amor, que todos los días, aún a miles de kilómetros, nos permiten estar cerca.

Comentarios

  1. Estimados: ¿Podrían publicar la razón por la cual se limita la participación a menores de 41 años?
    Tengo 52 y no me puedo inscribir
    Gracias por su respuesta

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